Los globos sensoriales son una herramienta muy útil para desarrollar la sensibilidad táctil y estimular la motricidad fina. También les ayuda a familiarizarlos con diferentes texturas.
Los niñ@s los pueden utilizar en cualquier momento, mientras presionan el globo van liberando la tensión acumulada. Es una técnica muy útil para niños con problemas de autocontrol, trastornos de conducta, autismo...
Materiales necesarios: globos, embudo, hilo, agua, rellenos: arroz, legumbres, semillas, bolitas...
¿Cómo hacer los globos sensoriales?
1. Meter el globo en la salida del embudo, sujetarlo fuerte o incluso atarlo para que no se salga.
2. Ir metiendo poco a poco el relleno (unos 3/4 del globo) y añadir agua hasta que se llene.
3. Desata el hilo del globo, quítalo
del embudo y asegúrate de extraer todo el aire que pueda haber quedado. Luego,
ata el globo.
Otras propuestas para jugar:
Notar la textura de los globos, adivinar lo que pueden tener dentro, ver su color, forma, tamaño, probar si flotan o se hunden en agua...
¡¡¡A divertirse!!!
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